Medicina tradicional Ayurveda


AYURVEDA 

 Es un antiguo y a la vez atemporal sistema completo de medicina tradicional que aporta remedios para alcanzar y mantener en óptimas condiciones nuestra salud y bienestar. 
Los beneficios de la Medicina ayurvédica han sido probados durante siglos de uso, y sus metodologías son tan aplicables hoy en Occidente como lo fueron hace miles de años en la India. De acuerdo con su definición, la medicina ayurvédica observa la salud como algo más que la ausencia de enfermedad. Los sabios de la época tenían una comprensión intuitiva de la fisiología y del funcionamiento integrado de mente-cuerpo-espíritu que, mucho antes de la aparición de la medicina moderna, ya explicaba los principios básicos de Ayurveda. 
 La Medicina Ayurveda es un sistema completo de medicina tradicional que observa la salud como algo más que la ausencia de enfermedad. 
Ayurveda define la vida (Ayuh) como la coordinación inteligente de nuestras cuatro partes: el alma, la mente, los sentidos y el cuerpo, con la totalidad de la naturaleza y el cosmos. 
La salud no es sólo un estado del cuerpo. Interactuamos con las estaciones, los cambios planetarios de la tierra y la luna, otros planetas, así como con las relaciones cotidianas que orbitan dentro de nuestras vidas, nuestras personas queridas y amigos, compañeros de trabajo, etc. En este sentido, afectamos y somos afectados por cada otra cosa animada e inanimada que exista. Según Ayurveda, poner todo ello en equilibrio, es la clave para una vida saludable, por lo que, el cuerpo está gobernado por tres principios fundamentales del funcionamiento de la naturaleza – llamados doshas – que controlan todas las funciones del cuerpo.
Si nos referimos al ser humano, la mezcla de los 5 elementos da como resultado los distintos doshas: Vata, Pitta y Kapha. Las tres doshas trabajan juntas. El tipo mente-cuerpo individual de cada uno está determinado por la predominancia de una, dos o de las tres doshas en el cuerpo.
 • Vata: está formada por espacio y aire. Es el principio gobernante del movimiento. Vata, como el viento, está siempre en movimiento y tiende a ser rápido, frío, seco, violento y suave. Una persona Vata suele ser delgada, realiza sus actividades deprisa, su sueño es ligero, con tendencia al insomnio. Es entusiasta, vivaz e imaginativo. Tiene tendencia a estar estreñido, se cansa con facilidad pues suele esforzarse más de la cuenta. Su piel es seca y fría al tacto, las manos y los pies se le enfrían con facilidad, les encanta el sol y el buen tiempo y no soportan bien el frío. 
Pitta: está formado por agua y tierra. Gobierna la digestión y el metabolismo, Pitta es caliente, agudo y ácido. Las personas Pitta son de complexión mediana, piel clara a menudo pecosa, de pelo rubio, castaño claro o rojo. Tienen mucha hambre y sed, aversión al sol y al calor. Son de carácter emprendedor y les gustan los desafíos, de intelecto agudo, discurso preciso. Caminan con paso decisivo, no soportan las pérdidas de tiempo. Les gusta gastar dinero en cosas lujosas, tienen cierta tendencia a ser vehementes.
 • Kapha: está formado por agua y tierra. Es responsable de la estructura del cuerpo. Kapha es pesado, estable, frío, aceitoso, lento y suave. Las personas Kapha son de contextura sólida y potente, gran fuerza y resistencia física, con tendencia a engordar. Su piel es fresca, suave y pálida. Su personalidad es tranquila y relajada, son personas estables, algo lentas, son personas afectuosas, con tendencia a ser posesivas y complacientes. Su sueño suele ser pesado y prolongado. 
 Todo lo que nos rodea está formado por estos 5 elementos, y ellos influyen sobre la salud tanto del cuerpo como de la mente. Conocer nuestra constitución personal o prakruti nos permite saber nuestras necesidades y nuestras tendencias a desequilibrarnos y a enfermar. 
Como hemos señalado, los doshas que componen nuestra constitución personal, son combinaciones de los 5 elementos. Y al conocer la teoría de los 5 elementos también podemos saber cómo relacionarnos con el medio que nos rodea, ya que estos se encuentran presentes en todo el entorno. Uno de los aspectos más prácticos donde podemos aplicar esta teoría, es en la nutrición. Los alimentos también son el resultado de la unión en distintas proporciones de los 5 elementos, tanto cuantitativamente como cualitativamente. Y por lo tanto, nuestra alimentación no solo nos proporciona vitaminas, oligoelementos o aminoácidos, sino que también tiene propiedades que aumentan o disminuyen los doshas y por lo tanto pueden equilibrarnos o desequilibrarnos a todos los niveles.
 La clave está en encontrar el equilibrio con un enfoque integral: dirigir la mente, el cuerpo y el espíritu. 
 • Los remedios ayurvédicos se basan en:
 - Modificaciones en la dieta
 - Ajustes de estilo de vida y actividad
 -Suplementos de hierbas
 - Yoga, Pranayama (técnicas de respiración) y meditación
 -Marma (Puntos de presión energéticos)
 -Los procesos de limpieza, tales como Panchakarma (Es el conjunto de cinco procedimientos que permiten eliminar el exceso de humores o «doshas», a través del orificio corporal más cercano a su localización.)
Para poder comprender el Ayurveda, así como otras medicinas y filosofías antiguas, es clave conocer la teoría de los 5 elementos o panchamahabhutas: 
El éter (espacio), el aire (movimiento), el fuego (energía, calor), el agua (líquido) y la tierra (sólido) son los principios de densidad propios de todos los medios manifiestos, incluida la mente. 
Mientras todos estos elementos estén en equilibrio en el Universo, todas las actividades universales permanecen en orden. Cuando estos elementos se desequilibran, se producen desastres naturales como inundaciones, ciclones, terremotos y temperaturas extremas. En el ser humano estos elementos también deben permanecer en equilibrio para que haya salud. En caso de desequilibrio, puede aparecer todo tipo de trastornos en el ser humano.
 • En el cuerpo estos elementos conforman
 – Espacio, Akasha, el éter, el vacío, todos los orificios del cuerpo, la boca, la nariz, el tubo digestivo, las vías respiratorias, los capilares, los tejidos, las células. Su sentido es el oído. – Aire, Vayu, lo gaseoso, el aliento vital o prana, presente en los músculos, las pulsaciones cardíacas, la expansión y contracción de los pulmones, los movimientos del aparato digestivo y la actividad del sistema nervioso. Su sentido es el tacto, su órgano de percepción es la piel y su órgano de acción es la mano. 
 – Fuego, Thejo, calor corporal, metabolismo, presente en el sistema digestivo, materia gris del cerebro y retina que percibe la luz. Su sentido es la vista, sus órganos de percepción son los ojos. 
 – Agua, Ap, lo líquido, los fluidos del cuerpo, se manifiesta en las sensaciones del tubo digestivo, aparato respiratorio, glándulas salivales, etc. Su sentido es el gusto, su órgano de percepción es la lengua. 
 – Tierra, Prithvi, lo sólido, confiere la dureza del cuerpo humano, presente en los huesos, cartílagos, uñas, piel, músculos y tendones. Su sentido es el olfato, su órgano de percepción es la nariz. 
El Ayurveda nos explica que todo lo que existe en el universo está compuesto por estos 5 elementos en distintas proporciones. Cada elemento tiene unas características físicas y sutiles que marcan la naturaleza de todo aquello de lo que forman parte. 
Esta teoría es similar a la que actualmente está vigente y dice que toda forma de materia es una mezcla de 4 moléculas: hidrógeno, oxigeno, nitrógeno y carbono. Como hemos dicho anteriormente los 5 elementos son: éter, aire, fuego, agua y tierra.
• El éter se corresponde con el espacio.
• El aire con el oxígeno y el estado gaseoso.
• El fuego con todo lo que implica calor.
• El agua con el estado líquido. 
• La tierra con los minerales y el estado sólido. 
 ¿CÓMO RECUPERAR EL FLUJO NATURAL DE LOS ELEMENTOS EN TU VIDA DIARIA?
Algunas prácticas cotidianas pueden dirigir nuestra atención hacia los cuatro elementos terrestres para integrarlos como fuente de salud. 
1. Toca la tierra
Busca cada día momentos para entrar en contacto con la tierra: camina descalza por el césped, la arena, sobre guijarros o, incluso, la escarcha. Así descargas la electricidad estática acumulada en tu cuerpo y tomas contacto con las energías de la Tierra. 
2. Tonifícate con agua
Añade a tu ducha diaria un toque de naturaleza: coloca pequeñas piedras pulidas en el suelo de la bañera y acaba las duchas con unos instantes de agua fría en la medida en que puedas aguantarla. De este modo tonificas el sistema termorregulador y haces que la piel y los músculos reaccionen. 
3. Date baños de sol... y de luna 
Se pueden tomar baños de sol en cualquier estación del año, procurando que en verano sea por la mañana y al caer la tarde; y en invierno, a mediodía. Al anochecer, podemos igualmente exponernos a la luz de la luna.
 4. Respira conscientemente 
Dedica unos minutos a tomar consciencia de tu respiración: toma el aire lenta y profundamente, retenlo unos instantes y deja que salga despacio. Ralentizando la respiración también provocarás una disminución en la frecuencia cerebral, lo que te ayudará a relajarte. 

 Deseamos que las pinceladas de este post sacado de estudios de la web, pueda ayudarnos a entender un poco de la medicina tradicional ayuvérdica. 

 Loren. 
By: Rincón Mágico De Épona. @rinconmagicodeepona

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